29 julio, 2010

Estar

Luego de 2 semanas, mi habitación dejó de verse y sentirse como un lugar al que volví de vacaciones, como una estancia temporal.

Ya la maleta está guardada, ya está el mismo desorden de siempre, par de caratulas de movie max sobre la tele, papeles de trabajo sobre el escritorio, incluso cosas nuevas que he comprado. Nuevamente, la habitación se siente mía, se siente real. Estoy aquí.

Esta comodidad, naturalidad y sentido de pertenencia a un lugar, me gusta, pero al mismo tiempo me asusta.

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